dilluns, 12 de maig del 2014

LA CRISIS DE CREDIBILIDAD DEL PERIODISMO


Entrevista a Pepe Rodríguez Doctor en Psicología y profesor de periodismo

En el periodismo la gente se ha prostituido sin ser conscientes de que se estaban prostituyendo”

Vivimos inmersos en la era de la comunicación, la red se ha convertido en un coloso por medio de la cual nos llegan un sin fin de noticias. Tenemos a nuestro alcance más información que nunca, ¿pero estamos mejor informados?. Según las encuestas el periodismo se ha convertido en uno de los oficios más desprestigiados que existen.

Para tratar este tema tenemos con nosotros a Pepe Rodríguez, Doctor en psicología y profesor de periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Con su ayuda intentaremos aclarar los motivos que han hecho que el periodismo haya perdido la credibilidad y qué se puede hacer para recuperarlo.

Juanjo Conejo: ¿A quién beneficia la pérdida de credibilidad del periodismo?.

Pepe Rodríguez: Pues beneficia al poder. El único beneficiado siempre que hay una mala calidad de la información es el poder, que es quien tiene más interés en ocultar. Es un problema muy complejo porque afecta a todos, y todos somos responsables. Los que hacemos información porque nos hemos prostituido, y los que consumimos información porque nos hemos corrompido y ya consumimos cualquier cosa creyendo que es información.

JC: ¿Se han ganado a pulso los periodistas esta pérdida de crédito?.

PR: Sin duda alguna, y me duele decirlo. En España, durante el franquismo, no había buen periodismo. En la transición hubo un intento, y yo creo que se logró, de inventar un periodismo que no existía. Se hizo un buen periodismo, con muchos errores, sin duda alguna, pero se hizo un nuevo periodismo democrático, valiente, comprometido. Se hizo periodismo de investigación, cosa que nunca se había hecho, y que no se ha vuelto a hacer.

JC: ¿Y esta mejoría cuánto tiempo duró?.

PR: Fue flor de pocos días, porque a partir del año 82-83 la cosa empezó a cambiar. Y cambió por un montón de motivos. En principio, y parece que no tuvo nada que ver, y tuvo mucho que ver, con la victoria socialista. Mientras el poder estaba en manos de la derecha, de una derecha que se veía como heredera del franquismo, era muy fácil criticar al poder. Cuando llegaron al poder los socialistas hubo una auto censura importante, “coño, es que estos son de los nuestros”, y la gente empezó a callar cosas que fueran de los suyos.

JC: ¿Y qué ocurrió entonces?.

PR: Los directores se volvieron cada vez más cobardes y no se enfrentaban a nadie. A eso se añadió otro problema mucho más grave: un cambio en la estructura empresarial. Los empresarios que iniciaron la transición les interesaba el periodismo, era su negocio y procuraban que la información fuera buena. A los empresarios que vinieron después la información les interesaba tres pimientos, les interesaba el dinero, el negocio de la publicidad, y esta requería de un entorno sin demasiados problemas.

JC: ¿Cuál fue el resultado?.

PR: Se empezó a corromper la función del periodismo, y por tanto, el trabajo de los periodistas se fue degradando. De hecho a partir del año 87 yo dejé de estar en prensa escrita, porque estaba muy prostituida. Y ahora estamos infinitamente peor que en esa época, porque hemos pasado de buscar buena información a consumir cualquier basura.

JC: ¿Qué le parece más imperdonable en la actitud de los periodistas?.

PR: En esta profesión la gente se ha prostituido sin ser consciente de que se estaba prostituyendo. Se ha perdido la calidad, se ha perdido el oficio. El periodista tiene toda la culpa de haberse prostituido y haber callado. Eso sí, muchísimos se han prostituido a buen precio. Es ahora que se cobra poco en periodismo, pero hay miles de periodistas que están cobrando un dinero que no se merecen, lo cobran desde hace muchísimos años, y esos son los responsables de la prostitución de este oficio por causa del servilismo.

JC: ¿Tan grave es?.

PR: No tiene perdón. Se puede admitir en otras profesiones pero en periodismo eso es imperdonable. Por tanto, lo que nos pasa a los periodistas nos lo merecemos, nos lo hemos ganado. El problema es que quien lo va a pagar es quien no se lo merece, la gente que entra ahora en la profesión. Quien deberíamos pagarlo somos los de mi generación, que somos los que inventamos el periodismo, lo prostituimos y lo destrozamos. Y nuestra generación no vamos a pagar ese precio. Ese es el problema.

JC: ¿Cómo pueden los grupos de comunicación lograr la independencia y libertad informativa?.

PR: Haciendo también responsables a los ciudadanos. Hacer buena información cuesta dinero, no es gratis. Nos han convencido por intereses bastardos que Internet era gratis, y por tanto a nadie se le ocurre pagar por la información. La información digital casi siempre es floja, pero con eso ya nos sentimos contentos. Esa cuesta abajo de todo gratis nos ha llevado a la ruina de los medios de comunicación, que tienen que vivir de la venta de la información.

JC: ¿Propone alguna solución?.

PR: La buena información no ha de ser gratis jamás. Si no estamos dispuestos a pagar la cosa cada vez será peor. No hay manera que una empresa pueda sobrevivir holgadamente y no hay manera de que el ciudadano piense que para estar bien informado ha de pagar. Quizá no ha de pagar 100 euros al mes, pero con 0,50 céntimos a la semana, si lo pagamos todos, seguramente podemos alimentar grandes periódicos y cadenas de noticias.

JC: ¿Qué se puede hacer desde las facultades universitarias para mejorar la credibilidad periodística?.

PR: Poco podemos hacer, salvo decirles la verdad. Contarles que lo que enseñamos aquí está muy lejos de lo que se hace en la calle. Los que hacen prácticas en los periódicos salen frustrados, porque tienen una visión idílica que no tiene nada que ver con el mundo real. Hay que enseñarles una doble visión: qué es buen periodismo y cómo hacerlo y cómo sobrevivir en un mundo donde se hacen mal periodismo, para que algún día se sientan orgullosos de hacer un buen trabajo y puedan cambiar esta profesión recuperando los valores sociales y democráticos que tiene este oficio.

JC: ¿Qué cree usted que es primordial para recuperar el crédito periodístico?

PR: Dignidad. Que los periodistas entendamos que esto es un oficio y que tenemos que estar sindicados. Solamente una profesión organizada se puede enfrentar a una patronal corrompida. Hay que presionar para que las empresas cambien y creo que ya hemos llegado tarde.

JC: ¿Por qué?

PR: Porque hemos decepcionado tanto al cliente que consume nuestro producto que costará mucho convencerle de que merecemos credibilidad. El crédito que hemos perdido en tan poco tiempo tardaremos muchísimos años en recuperarlo. Los periodistas de hoy no pueden enseñar nada a nadie, porque no son un buen espejo, no son una buena imagen y no son un referente para que como consumidores cambiemos la actitud que tenemos hacia ellos.

Juanjo Conejo
Estudiante de 1º de periodismo

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